El cultivo de la vid en Portugal encuentra sus orígenes en la Antiguedad. Los escritos de Estrabón, el gran geógrafo de la antigua Grecia, relatan que los habitantes del noroeste de la Península Ibérica ya bebían vino hace dos mil años. El cultivo de la vid se ha perfeccionado con el tiempo a través de las diversas civilizaciones que se asentaron en lo que hoy es Portugal, como los Fenicios, Griegos, Cartagineses, pero principalmente, por los Romanos. En todo caso, la Lusitana romana fue famosa por sus vinos y aceites, ya que la viña y el olivo son dos cultivos que coexisten bien sobre el mismo terreno. Empezó a alarmar Roma el prestigio alcanzado por los vinos de esta región, que llegaron a competir peligrosamente con los vinos de Italia.Durante el período de prosperidad que siguió a la creación del Reino de Portugal en 1143, el vino se convertiría en un importante producto de exportación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero fue después de firmar  el Tratado de Methuen (1703), también conocido por el tratado de "Panos e Vinhos", firmado entre Inglaterra y Portugal, que el ritmo de las exportaciones portuguesas aceleraron y se dio más enfoque a la producción y aumento de la calidad, por la atención que este "néctar"  recibió en esa época.

 

Portugal es un productor tradicional del Viejo Mundo, donde el 8% del territorio continental se dedica a la producción de vino. Es un país que tiene cerca de 285 variedades (castas) de uva nativas, y es gracias a esta diversidad que puede producir vinos con características muy distintas y especiales.

 

Es esta calidad y el carácter único del Vino Portugués que hacen de Portugal una referencia en los principales países productores, en que a pesar de su pequeño territorio, tiene el 4% del mercado mundial (datos de 2003).

 

Portugal también tiene dos regiones de viñedo protegidas como Património Mundial de la UNESCO:

 

• La región vinícola del Alto Douro (Duero).

• Paisaje de la Cultura de la Viña de la Isla del Pico (Azores).